21 nov 2010

sr.Juan Ete


  
El señor Juan Ete vivía traumado.
a pesar de ser millonario no lograba encontrar el amor de su vida
Petiso, barrigón, medio pelado y con mal aliento así lo describían las señoritas del pueblo.
-Soy feo pero con plata! gritaba. 
Muchas caían a sus pies, solo para evitar verle la cara.
y aún así ninguna le aguantaba.
Pero un día cayó al pueblo una "dotora", en realidad era podóloga pero en este pueblo de ignorantes el que se ponía túnica era "dotor".
Ete aqui, (Juan) que gracias a su problemita ortopédico concurrió al consultorio de Michelle, 
Juan observaba a Michelle y no podía creer tan hermosa criatura con esa bella cicatriz en la cabeza.

Usted elige el final.
 Como piensa que terminará esta historia?
vamos no sea nabo y escriba algo.


  




3 comentarios:

  1. la dotora Michelle al ver los pies de Juan lanzo un grito de terror, hacía mas de 20 años que Juan no se cortaba las uñas y debajo de estas la dotora pude ver como crecían varias de especies de insectos, moluscos y algún que otro guri que se creian perdidos en el pueblo abduccidos por alguna mente alienigena, pues alli estaban todos, incluso la dotora pudo identificar un hijo extraviado hacia 2 años, fecha en la cual Juan habia ido de viaje por su cuidad natal...el reencuentro con su hijo fue muy emotivo, pero la asquerosidad de ese individuo la hizo recapacitar seriamente llegando a la conclusion de que aqui en mas su orienacion sexual seria otra..no quiso mas nada con los hombres. Ahora en el pueblo se puede ver a la dotora Michelle, con su pequeño hijo en brazos persiguiendo doncellas mientras que Juan, se para todas las noches en las esquinas del pueblo ofreciendo favores de caracter sexual mientras pregona a viva voz: tengo plata!!! lo hago de gratis noma

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  2. así es mi querido gonzalo, no cuidar los pieses es la causa numero 1 en accidentes de tránsito, asi lo demuestra un aviso televisivo, el pie de atleta es una amenaza...
    gracias por tu aporte, continúa así!

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  3. la dotora le muestra la cicatriz al desgraciado, luego toma un escalpelo y se corta nuevamente la herida y le dice a juan que escupa adentro. Se levanta sangrando y se pone unos lentes, prende una luz, toma un trípode que tenía en un rincón, le monta una cámara leica y se la pone en frente a Juan y le dice: - obture varias veces y haceme un stop motion.
    Juan dispara ininterrumpidamente. Cuando termina se da cuenta que se sentía mucho más lindo y en armonía con sigo mismo.
    Pero en realidad era solo eso, una sensación nada más.

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